Gracias a su superficie con esmalte no poroso, no absorben la humedad, el color ni el olor de los alimentos.
Son muy higiénicas, fáciles de limpiar y tienen una gran durabilidad ya que resisten a los golpes y las manchas.
Mantienen tanto el frío como el calor, ya que su cerámina resiste desde -18 ºC a 260 ºC, por lo que se pueden usar también en el congelador.